Durante la mañana del sábado tuvimos el FECARS sobre inclusión y las personas con discapacidad: Juegos Paralímpicos, talleres, rastreos, juegos de roles... con el que además de divertimos aprendimos a valorar todo tipo de capacidades.
Por la tarde, tiempo de duchas y de actividades por ramas. Y después de cenar, la gran Velada del Terror, con algún que otro susto y llanto, pero también muchas carcajadas.
Y aun hubo tiempo para dos promesas más en la Corte de Honor.
A la mañana siguiente, el campamento se despertó ansioso ante la llegada de las familias. Después de la puesta a punto, los abrazos a los papas, a las mamás y a algunas mascotas, empezamos las actividades por familias y clanes.
Una vez que nos fuimos conociendo, llegó el momento de la lucha entre familias en varios juegos muy divertidos. Eso sí, a la hora de comer ya hicimos las paces y saboreamos la comida de los padres.
Después de hacer la digestión, llegó uno de los momentos más emocionantes del campamento: las promesas. Durante la eucaristía, se presentaron las promesas de las ramas y por supuesto la promesa scout.
Y antes de despedir a los padres, nos dio tiempo a hacernos una foto para el recuerdo: ¡ todos los del Loyola y Milagro juntos!
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